Renos y muñecos de nieve... ¡a 15º!
La decoración de las casas y muy especialmente de los espacios comerciales es ya una tradición más de la Navidad. Pero una de las cosas que más me sorprende es la utilización de iconos nórdicos y anglosajones en la decoración navideña. Más allá de Papá Noel, ya plenamente adoptado, la mayoría de ornamentación representa imágenes que no forman parte de la praxis de estos días: no tenemos renos, no estamos en Laponia y no nos gusta el terciopelo. Sucedió con el abeto, que nació en Alemania por el siglo XVII pero fue apropiado por la sociedad española a base de cine americano a partir de 1970.
Centro comercial en... ¡Colombia!
Pero la mayoría de celebraciones de Navidad no son importadas: las tradiciones ligadas al territorio están bien vigentes, del turrón a la Cabalgata de Reyes. Y son especialmente importantes las tradiciones locales, de carácter muy particular.

Que no hay leyendas sólo en la Selva Negra... ¡En la Vall de Gallinera también!
Por eso sorprende que en una celebración como la del Solsticio de Invierno, con tantas actividades endémicas, no sean capaces de generar imágenes que sirvan -en este caso- como decoración. Celebramos unas tradiciones que están definidas por iconos que no nos representan. En definitiva, se trata de ligar lo inmaterial a lo tangible, una decoración que conecte con el imaginario colectivo.

Un mercado navideño en Madrid no es auténtico sino tiene casitas de Estrasburgo.
'El Nadal és valencià', la campaña de Menta para la Generalitat, sí ha producido adornos que identifican todo lo que sucede en el País Valenciano en estas fechas. La campaña gráfica promociona la calidad de los productos valencianos a partir de iconos que representan varias tradiciones propias. No nos resignemos: la Navidad no siempre es hortera.

Detalles de la campaña El Nadal és valencià - Marta Hortelano
También este 2016 Curro Claret y Maria Güell han coordinado #RavalKm0 junto a multitud de agentes y ONGs del Raval barcelonés. A partir de unas fotografías del mismo vecindario del barrio, realizadas por Maria Espeus, se han diseñado las luces de navidad y se han montado por personas sin empleo.

#RavalKm0 es diseño arraigado al territorio en el fondo y en la forma - Lightecture
No estamos hablando de reivindicar motivos religiosos o nacionalistas, porque el valor de estas fiestas es universal. La celebración del solsticio de invierno tiene en muchas culturas una función social: que las relaciones sigan siendo las mismas año tras año.

Se trata por tanto de entender la importancia del territorio como valor añadido en la cadena económica; porque estamos hablando de economía. De una economía arraigada en la tierra -sea un país o una calle-, también a lo intangible. Las cerveceras llevan mucha ventaja en esto de echar raíces en el territorio, identificando Mahou con Madrid o Estrella Levante con Murcia. Reflejar la realidad del territorio, estrechar los lazos con los agentes sociales, transformar el modelo productivo: nunca había sido tan barato como arraigarse en el territorio. ¡Esto también es ecología!