Aprendizajes arquitectónicos de la Ruta del Bakalao: proyectar la ilusión de una fantasía común



La primera sesión de Contra-Ediciones del PFC trajo al aula del máster a Andrea González y Juanito Jones para realizar una aproximación a la investigación, las prácticas artísticas, las pedagogías, los formatos y la comunicación de la arquitectura desde un punto de vista horizontal, experimental y situado. La práctica de la clase consistió en tunear durante una hora algún espacio del campus de la UA para convertirlo en una fiesta. Para ello, se analizaron las implicaciones arquitectónicas en la Ruta del Bakalao valenciana, como la configuración de la privacidad (los comportamientos públicos que condiciona la arquitectura y el urbanismo, desde el parkineo hasta la distribución de los baños), la controversia (las situaciones conflictivas desatadas, especialmente de convivencia entre distintos agentes) y los dispositivos (pequeños cambios que connotan percepciones, atmósferas e identificaciones).

A partir de algunos dispositivos del mundo de la noche -el sello tatuado sobre la piel para entrar, las luces reflejadas con la bola de discoteca, las invitaciones y los flyers, el cordón de terciopelo para segregar la entrada del espacio público y la zona VIP de la zona común, los rótulos y neones que identifican lugares...- configuramos nuestra primera práctica espacial. El requisito indispensable para entrar al aula habilitada fue enseñar algún documento de identificación, con lo que ya estábamos proyectando un espacio distinto al de una aula universitaria... ¿no?

Gestionar la ilusión, concebir una fantasía de experiencia común es un reto que se puede afrontar desde la arquitectura. Así nos contaron también González y Jones algunos de sus proyectos, con un B2B  entre los dos a modo de DJ. Empezaron con el PFC de Juanito Jones, Burning Man All-Star rave, que estaba introducido por los primeros instrumentos en los que trabajó: un mapa de referencias arquitectónicas, un mapa de contexto con recortes de prensa y diez principios recogidos a partir de una carpeta de elementos canónicos, que contemplaba desde el Convento de las Hermanas Dominicas de Louis Kahn hasta la propuesta de OMA para el Parc de la Villette. Jones planteaba una reconfiguración de una edición del Burning Man, un festival celebrado en el desierto de Nevada bajo la premisa de matter out of place -zona sin basura- y en el que no se produce nada monetizado.

El Parkineo de Andrea González en Matadero Madrid también remitía a ese ¿cómo estar juntos? La explanada del Matadero acogió una exhibición de veinte coches tuneados donde varios colectivos culturales pincharon música. Las condiciones de la institución propiciaron que a medianoche el evento se transformara en una rave en un descampado de la periferia de Madrid. Jones también exploró el terreno festivo con Jaleo en el Teatro Pradillo o algunas fiestas en Garaje Galaxia inspiradas por el artista Tino Sehgal, como la configuración de una bóveda celeste con luces LED para una fiesta de Nochevieja, celebrar una rave en un teatro con coche incluido sobre el escenario o una pool party en un cuarto piso de Berlín.

González contó su experiencia académica a través de RACA, un podcast situado en la ETSAM. Este instrumento contemporáneo permitió celebrar el primer congreso académico virtual -en formato podcast- que tuvo una traslación específica sobre la escuela. Así se celebró la inauguración del congreso con fuegos artificiales a la manera de Bernard Tschumi, se sustituyeron profesores por artistas que trabajaban en la misma materia, se merendó con una vajilla que iba introduciendo la conversación y se montó un festival en el aula museo la noche anterior a las entregas finales.

Además de la propuesta conjunta de Jones y Zuloark para la arquitectura del BBK -con el precedente del UVA y las referencias de Bernd y Hilla Becher-, González también mencionó En Castilla-La Mancha hay más de 100 polideportivos iguales, un proyecto becado por INJUVE en el que se documentan las variaciones materiales, ampliaciones, relaciones ecosistémicas y los cambios diarios que sufre el pabellón diseñado por Francisco Jurado que se ha clonado más de cien veces.

Finalmente, en su PFC Edificio España: Ciudad de Vacaciones, González propone el levantinismo como fenómeno arquitectónico de la costa mediterránea española con el que poder intervenir sobre la abandonada Torre España de Madrid. Para ello utiliza cinco métodos: la arqueología (con un tratamiento multiescalar de los objetos), el coleccionismo (con un catálogo de herramientas), el formalismo (una recopilación de urbanismos y tipologías) y la detección de herramientas para proyectar desde la "utopía levantinista": hedonismo (todo es posible), la singularidad emulada (universal y localizable) y la libertad excesiva.

Resulta un trabajo interesante por cómo combina una propuesta heterodoxia con herramientas más academicistas -de ahí la elección de la Torre España- pero con cierta mirada colonial -excesivamente alejada de lo local- al fenómeno turístico del Mediterráneo. Por otro lado, estos proyectos reflejan el desplazamiento hacia lo ordinario y lo doméstico inevitable en la enseñanza de la arquitectura.

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